domingo, 13 de noviembre de 2011

I Wanna Be Like You

Un par de días de largos paseos por Internet preparando otra entrada me han llevado a este video que da unas ganas locas de volver a ver la película de Walt Disney. Normalmente uno llega a la música a través de la película, pero en este caso el sentido ha sido inverso, y la curiosidad por el swing y por la figura de Louis Prima han acabado en este video memorable que no ha perdido una gota de su frescura original.
 


Detrás del personaje de Prima y del rodaje de la película hay un montón de anécdotas que cualquier día darán para el guión de un musical de Hollywood; pero yo me quedo con esta, bastante sorprendente: la decisión de que fuera Prima, en lugar de su paisano Louis Amstrong, a quien finalmente se encargara el tema no dependió de un criterio artístico, sino del simple hecho de que Amstrong era negro, y Disney consideró que identificar a un negro con un mono le podía traer problemas. No sabemos cómo lo habría hecho Amstrong, pero lo cierto es que Prima no dejó escapar la oportunidad y nos regaló uno de sus temas más populares. En este video (en inglés) se cuenta cómo la colaboración entre los guionistas, dibujantes y músicos fue más allá de un mero reparto de funciones, y por qué el Rey Louie y sus chicos tienen mucho más del rey Louis y su banda que la simple voz (hay que verlo directamente en Youtube):
 


Mucho se podría comentar también de la escena y de los diálogos, aunque ya entraríamos en honduras literarias de una obra que, quizá más que ninguna otra, hizo merecedor a Rudyard Kipling del Nobel. Es casi irresistible la tentación de desviar el post. Sin salirnos de la escena, el diálogo muestra nada menos que a dos personajes antagónicos, el uno, el rey de los monos, preso de la selva, que desea conocer el secreto del fuego para ser como los humanos y escapar a la ciudad (I'm tired of monkeyin' arround); el otro, un niño humano al que aterra la civilización. Los paralelismos con el propio pueblo indio y la Inglaterra victoriana, o el conflicto del propio Kipling entre su infancia en la India y sus obligaciones y horizontes como Británico son evidentes; pero también hay un paralelismo entre la vida libérrima y llena de placeres de los artístas de jazz y su marginación social.

Louis Prima, ahora totemizado a través de la imagen salvaje del Rey Louie, acaba convirtiéndose en un modelo a imitar. La influencia del artista y de este mismo tema da para muchos posts. Son pocos los grupos de swing o rockabilly que no hayan intentado versionar esta canción en concreto. Yo quiero recordar aquí la que hizo el grupo español Rey Lui (posteriormente escrito Luy, con y griega) en el año 88. Siempre me llamó la atención el tamaño enorme de la guitarra que utiliza el solista, Raúl de Góngora. Parece que el grupo no gozó de un reconocimiento póstumo a la altura de su calidad, pero sí vivió un breve tiempo de gloria gracias a esta versión.
 

2 comentarios:

  1. La pregunta que me viene a la mente es si hoy cualquier productora seguiría pecando de políticamente correcto a la hora de elegir al músico que interpretara la canción para que no se le tachara de racista. En fin... creo que hemos evolucionado menos de lo que creemos.
    Saludos

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  2. Bueno, las cosas han cambiado un poco. En aquella época todo se interpretaba en aquellos términos, porque el debate sobre los derechos de los negros era una de las cuestiones que más preocupaban. Probablemente hoy día los guantes de papel de fumar los usen para otras cuestiones, aunque ya este asunto no sea tan actual. Un beso, gracias por comentar.

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