En mi reciente post acerca de Kutiman, terminé enlazando a un vídeo con un tema de jazz titulado My Favorite Color. En ese post dije que era posible que aquel nombre, relacionado con el estilo de la pieza, tuviera reminiscencias para algunas personas. Aunque no tengo evidencia al respecto, yo sospecho que el título de ese tema pretende rendir homenaje a John Coltrane evocando una de sus obras más celebradas.
La pieza de Coltrane a la que me refiero, en realidad no es más que una de las innumerables versiones que se han hecho de la obra original escrita y compuesta para el musical The Sound Of Music (1959) de Rodgers y Hammerstein, que fue llevado al cine en la archiconocida y multioscarizada versión que protagonizó Julie Andrews en 1965, y que en España se tituló Sonrisas y lágrimas. No está de más mencionar que la fuente de este musical es una película alemana de 1956 basada en las memorias reales de Maria Augusta Von Trapp, publicadas en inglés en 1949 bajo el título The Story of the Trapp Family Singers. Evitaré, no obstante, hablar del personaje para no irme por las ramas.
La versión original (Die Trapp-Familie) fue una de las películas de mayor éxito de la década de los cincuenta en Alemania, e inspiró no pocas de las escenas de la versión de Hollywood. Aunque la primera incluye escenas musicales completas, no es un musical propiamente dicho, y la mayoría de los temas que aparecen son obras clásicas o populares cantadas en un estilo intermedio entre el operístico y el de la canción popular. Hay que atribuir, por tanto, a Richard Rodgers la calidad melódica y la frescura de las canciones que aparecen en el remake de Hollywood. A pesar de ser uno de los grandes aciertos de la película, la idea inicial no era llevar el musical al cine, sino simplemente adaptar la película alemana incluyendo una o dos de las piezas de Rodgers y Hammerstein. Solo posteriormente se decidió convertirla en una película musical completa, que incluyó temas de tanto éxito como Do, Re, Mi; The Sound Of Music, la genial The Lonely Goatherd, o la que hoy nos ocupa: My Favorite Things.
Raindrops on roses and whiskers on kittens
Bright copper kettels and warm woolen mittens
Brown paper packages tied up with strings
This are a few of my favorite things
Las gotas de lluvia sobre las rosas y los bigotes en los gatos
Las brillantes teteras de cobre y los mitones de lana calientes
Los paquetes de papel marrón atados con cuerdas
Estas son algunas de mis cosas favoritas
Las brillantes teteras de cobre y los mitones de lana calientes
Los paquetes de papel marrón atados con cuerdas
Estas son algunas de mis cosas favoritas
El tema original del musical es un vals en mi menor, de ritmo algo acelerado, con una estructura tonal muy simple en el comienzo, de solo tres notas. Aunque la letra aporta parte de la sal de la canción por su espontánea poética de lo cotidiano, parece que la melodía sencilla y pegadiza ha bastado en ocasiones para inspirar versiones muy poderosas. Ese fue el caso de la que John Coltrane hizo en 1961, solo dos años después del estreno del musical.
Existen infinidad de versiones del clásico de Rodgers y Hammerstein, pero muy posiblemente fue Coltrane el que llamó la atención sobre el potencial interpretativo de esta obra, convirtiéndola en una de las más visitadas de todos los tiempos por artistas de muy diverso pelaje. Como siempre ocurre, ha habido versiones más afortunadas y otras menos, más ortodoxas o más atrevidas; pero lo que es indiscutible es que después de haber pasado a través del saxofón de John Coltrane el tema perdió para siempre la inocencia, y ya nunca más volvería a ser el mismo.
Coltrane llegó a grabar dieciocho versiones en disco de My Favorite Things, una de las cuales, registrada con ocasión de un concierto en Tokio, duró 57 minutos. El distanciamiento de la versión original es evidente, y sin embargo conserva y acentúa bastante de sus características. Las versiones de Coltrane alargan la duración de la obra. El ritmo se vuelve más mecánico y machacón, quedando como base para una serie de adornos recurrentes e improvisaciones, que convierten la pieza en vehículo de sugestión próximo al trance. Por si a alguien le interesa, aquí hay una tesina muy recomendable que analiza la transformación del estilo de Coltrane a través de cuatro versiones sucesivas del tema. La tesis propiamente dicha es que el estilo de Coltrane evolucionó de forma paulatina, pero decidida, hacia el avant garde o free jazz en este período, lo cual se refleja de forma muy clara en la modificación del tema a través de las cuatro versiones. En 1957, Coltrane se había convertido al Islam tras superar una etapa
de adicción al alcohol y las drogas, momento a partir del cual toda su
vida empezaría a girar en torno a la religión, y la búsqueda de la forma
musical adquiriría una trascendencia mística. Es interesante observar cómo el artista utiliza una pieza sencilla y relativamente clásica como soporte o punto de partida para la búsqueda de unas formas cada vez más alambicadas, complejas y personales. Algo que, arriesgándome a resultar pedante, compararía con la prospección formal de Picasso en su transición al cubismo, o de Miró o Van Gogh (entre muchos) en la búsqueda de un estilo nuevo y marcadamente personal. Por supuesto que John Coltrane merece más de un post dedicado en exclusiva, pero para no abusar me limitaré a sugerir a quien le guste, que escuche y compare un par de versiones de este artista.
Ahora solo me queda recomendar algunas de las versiones de otros artistas que considero más interesantes. Garantizo que quien las oiga todas se va a pasar lo que le queda del día tarareando la canción u oyéndola en su cabeza:
Esto es un mashup del dúo Pomplamoose (Nataly Dawn y Jack Conte), de 2008. Los autores del video subrayan que se trata de un mashup ortodoxo, aunque hecho con imágenes y sonido de producción propia. La inestabilidad tonal de la cantante hace recordar ligeramente la versión de Bjork, a quien no enlazo porque no la aguanto.
Aunque no incrusto el vídeo con la versión de Bobby McFerrin, éste sí lo enlazo porque no deja de ser original.
Youn Sun Nah, es una cantante de Jazz coreana muy aplaudida. Su versión de 2010, publicada en el álbum Same Girl, es bastante minimalista, ya que canta acompañándose exclusivamente de una kalimba. La lentitud y la tibieza melódica convierten la canción en casi una nana.
Por último, aquí tenéis lo que el autor de la versión, Joe Raciti (2010), llama un video canon. Lo que encuentro interesante, sin que sea para abrirse las carnes, es el componente de canon musical, que introduce superponiendo su propia voz en tiempos ligeramente desfasados, y el paralelismo entre el canon musical y la superposición de imágenes visuales. En el ritmo utilizado se puede apreciar que no es indiferente a Coltrane. También tiene un puntito histriónico que acusa ligeramente la perniciosa huella de Bjork.
Gracias por la entrada, un post magnífico. No sabía que escribías este blog. La historia de los Trapp es realmente curiosa, tras emigrar de Austria escapando de la anexión nazi en 1938 ¡tocaron con Elvis Presley en televisión!
ResponderEliminarMuy buenas todas, quizá la que menos me gusta es la de Bobby McFerrin. Las otras cuatro versiones son estupendas y me ha alegrado volver a escuchar el original, por supuesto.
Muchas gracias por el comentario, tocayo. Espero ser capaz de seguir colgando cosas interesantes.
ResponderEliminarVaya, me alegra que estés de vuelta... Muy interesantes las versiones, aunque, sin que sirva de precedente, me quedo con la original. Besitos!
ResponderEliminarMuchas gracias, Espe. Ha costado volver a arrancar, pero ahora viene otro período bueno. Un beso
ResponderEliminarHola Miguel, qué bien que hayas vuelto al ruedo de la blogosfera; en fin... me ha encantado el post y la versión de Coltrane es simplemente genial. Un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti, Almundena, por el comentario. Creo que ya retomo el ritmo. El trabajo va dando fruto. Un beso
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